La discapacidad visual
puede originarse por un inadecuado desarrollo de los órganos visuales o por
padecimientos o accidentes que afecten los ojos, las vías visuales o el
cerebro. Puede originarse en diferentes edades y mostrar una evolución
distinta, de acuerdo con la edad de aparición. Un bebé que nace con una
discapacidad visual debe construir su mundo por medio de imágenes fragmentadas
(si tiene una visión disminuida) y de información que reciba del resto de los
sentidos. En cambio, un adulto que pierde la vista debe adaptarse a una
condición diferente de un mundo que ya construyó a partir de la visión. Debido
a la necesidad de estimular la vista de las personas con baja visión, es
importante detectar a tiempo los problemas visuales y actuar de manera oportuna
para fomentar el uso de la visión aunado a los otros sentidos, en la
construcción del conocimiento.
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La alteración del sistema visual que trae como consecuencia dificultades en el desarrollo de actividades que requieran el uso de la visión...
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